Ha pasado ya más de un mes desde que la gente de Langtang fueron evacuados a Katmandú, donde viven como refugiados en los jardines de Yellow Gumpa. Muchos están cansados, deprimidos por la situación…Siempre habían sido autosuficientes y no soportan vivir así.
Como ya habíamos explicado en un post anterior, el día 3 de Junio un grupo de 40 ciudadanos de Langtang se reunieron en Dunche con la intención de mover papeles y subir a Langtang para, entre otras cosas, intentar encontrar los cuerpos de sus seres queridos ahora que el hielo ya desaparece, reunir a sus animales y llevarlos a un lugar más seguro y también para intentar recuperar las pocas cosas valor que pudieran encontrar, pensando en que quizás lo necesitarán más adelante cuando puedan empezar la reconstrucción de su pueblo.
El camino desde Katmandú a Syabrubesi en autobús había sido muy difícil, la carretera está cortada en muchos tramos por las avalanchas de tierra y en otros da la impresión de que puede derrumbarse en cualquier momento y precipitarlos al barranco. Ellos saben que el sendero a Langtang será mucho peor, pero quieren subir de todas formas. Sienten que no pueden seguir esperando de brazos cruzados…
Ellos estaban desesperados por hacer algo! Por eso querían que el gobierno les proporcionase un helicóptero para que puedieran ir a buscar a sus seres queridos. Pero el gobierno no accedió a ayudarles, y además intentaron prohibirles subir a pie a Langtang. No entienden que no pueden parar a personas que lo han perdido todo con burocracia. Los aldeanos, por su propia cuenta y riesgo deciden seguir adelante. Al ver que iban a subir si o sí, les obligan finalmente a ir acompañados de 17 militares nepalíes.
Lhakpa, uno de los chicos, dice: «he recorrido el camino desde Shyabrubesi a Langtang más de mil veces en mi vida, pero este viaje era horrible, he sentido como si fuera la última vez que voy a cruzarlo». Esto demuestra que realmente desafiaron a la muerte, pero quedarse en Kathmandú no era una opción.
Y hay que agradecerles el espíritu que les llevó a arriegar sus vidas, ya que fueron ellos los que recuperaron 53 cuerpos, entre ellos los cuerpos de 3 extranjeros también. Sin el esfuerzo y la participación de los lugareños, ni el ejército ni ningún equipo profesional podrían haber logrado nada. Es más, hace semanas que abandonaron la posibilidad de seguir buscando. Los aldeanos sabían perfectamente donde podían estar los cuerpos de los desaparecidos, sabían qué dirección podían haber tomado después de ser arrastrados por la avalancha y rastrearon hasta dar con ellos. Como puede ser que desde el gobierno den por finalizada una busqueda, y luego unos hombres decidan seguir buscando y encuentren 53 cuerpos? Qué hubiera pasado si les hubieran dejado participar en las tareas de rescate hace ya un mes?
As on coming 12th June, Friday there will be the ceremony of 49th day ritual after the demise of someone. So Many of the locals who went to langtang are back to Kathmandu. But few decided to stay back in search of the bodies with the armies. And they will ofcourse help the embassies or any agencies if they decide to go up to langtang and look for the the loved ones of their nationalities.
Unos pocos decidieron quedarse atrás para seguir buscando los cuerpos con la ayuda del ejército. Y por supuesto estan dispuestos a ayudar a las embajadas extranjeras y otros organismos si deciden ir a buscar a sus seres queridos hasta Langtang.
Como he explicado al principio, la decisión de mi gente de volver a Langtang y algunos permanecer allí no se limita solo a la busqueda de los desaparecidos. Los aldeanos guardaban todas sus cosas de valor en sus casas, incluyendo medallas de oro y dinero. En las últimas semanas sabemos que otra gente, de otros pueblos, han subido a robar. Por eso muchos estaban preocupados por estas actividades crueles que tienen lugar en un momento tan trágico. Estas valiosas pertenencias eran producto del duro trabajo de toda su vida. Normalmente allí no guardan el dinero en bancos, sinó que lo invierten en oro y joyas que van pasando de generación en generación, de madres a hijas…, pensando que algún día lo podrían necesitar. Y ahora lo necesitan para su supervivencia, para pensar en un futuro. Ellos no quieren depender de la ayuda que les llegue del exterior.
Tan pronto como pase el Monzón, todos volverán al pueblo para comenzar su reconstrucción, y cuando eso ocurra necesitaran la ayuda de todos nosotros.